viernes, 7 de mayo de 2010

La Guerra Relámpago

A dos semanas de haber iniciada la guerra. Alemania había derrotado a Polonia que desapareció como estado cuyo territorio fue repartido entre rusos y alemanes. A la nueva táctica militar aplicada se le reconoció como guerra relámpago, pues se basaba en la rapidez y eficacia de hombres bien adiestrados, mandados expertos y armamento de gran calidad técnica.
El desarrollo de la guerra provocó que en Inglaterra dimitiera Neville Chamberlain y en su lugar fuera designado Winston Churchill como primer ministro. El objetivo de Alemania era invadir Francia desde Bélgica, evitando con ello las fortificaciones de la línea Maginot con la aplicación del llamado plan amarillo, consiste en una acción coordinada contra Holanda y Francia que estaría a cargo de tres cuerpos del ejército desplegados a lo largo de un frente de 250 kilómetros.
Las tropas almanas cruzaron las Ardenas, con lo cual forzaron a los ingleses a reembarcarse en Dunkerque. En junio de 1940 entraron a Paris, obligando al gobierno de Philipe Petain a solicitar un armisticio que significo la división de Francia en dos zonas, la ocupada por los Alemanes y la no ocupada, cuya capital quedo en Vinchy, donde se asentó el gobierno colaboracionista de Petain, mientras tanto, en Inglaterra se estableció el movimiento de Residencia de la Francia libre, dirigido por Charles de Gaulle.
A partir de ese momento, la guerra se traslado a los Balcanes y al norte de África, frente que no fue más que una extensión de la guerra europea llevada por Alemania hacia los territorios coloniales, con la finalidad de apoderarse de las Colonias inglesas una invasión a Egipto, pero la contraofensiva inglesa lo derrotó en Creta y Egipto. Estas derrotas forzaron a la intervención del ejército alemán en África, al mando del general Edwin Rommel, quien entro victorioso en Egipto en marzo de 1941 y recupero el dominio sobre la zona, aunque su avance fue detenido posteriormente en el Alamein.

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